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El arte de servir la mesa

El servicio a la francesa, a la inglesa, a la rusa y el servicio americano

Durante el reinado de Isabel la Católica, los hombres y mujeres empiezan a compartir la misma mesa para comer. A partir de este momento nace un gran interés por la etiqueta y el protocolo, y "los buenos modales" cobran gran importancia.

 

Fué Catalina de Médici en el siglo XVI, en Francia, quien introdujo el uso de la "cubertería" en la mesa, refiriéndose al conjunto de cuchillo, tenedor y cuchara. Hasta entonces, sólo era común el uso del cuchillo.

En 1642, su hijo Enrique III, elaboró el primer reglamento de normas que se debían seguir en la mesa, como el uso de los diferentes tipos de platos y cubiertos.

 

A partir de entonces el arte de poner la mesa fue evolucionando a lo largo de los años, y surgieron diferentes maneras de servir la mesa en diferentes lugares del mundo.

Actualmente, se pueden distinguir cuatro servicios de mesa; a la francesa, a la inglesa, a la rusa y el servicio americano.

 

Servicio de mesa francés durante un capítulo de la serie británica Downton Abbey

 

 

SERVICIO A LA FRANCESA

A finales del siglo XVIII, durante la revolución francesa, los cocineros de la nobleza tuvieron que abandonar sus trabajos y decidieron abrir sus propios restaurantes, sirviendo la mesa de una manera más sofisticada y elegante, con una atención más personalizada. Surgió así el servicio de mesa francés que, con el paso de los años, se convirtió en un emblema de la gastronomía francesa.

Proceso:

El camarero se coloca a la izquierda del comensal, presenta la fuente y los cubiertos de servir, y el propio comensal se sirve en su plato.

Los primeros en servirse son los invitados, empezando por las mujeres, y terminando con los anfitriones, que se sitúan enfrentados en el centro de la mesa. Este servicio es más lento debido a que los comensales forman parte del proceso.

Servicio de mesa francés durante un capítulo de la serie británica Downton Abbey

 

Disposición de la mesa

Se colocan dos platos: uno llano de base y uno de ensalada sobre él.

Los cubiertos se disponen desde fuera hacia dentro, en el orden de la comida, separados entre sí por cuatro centímetros, los tenedores a la izquierda del plato y los cuchillos a la derecha de él. En el lado izquierdo, primero el tenedor de pescado y después el de carne; y por el lado derecho siguiendo el mismo orden se colocan cuchara sopera, cuchillo de pescado y cuchillo de carne. Los cubiertos de postre, tenedor y cuchara, se colocan en la parte superior de los platos, el tenedor con las púas mirando a la derecha y la cuchara mirando al lado contrario. Los tenedores se colocan con la punta hacia debajo, las cucharas con la concavidad hacia arriba y los cuchillos con el filo hacia el plato.

La servilleta se coloca a la izquierda del último tenedor. El plato del pan, situado por delante de los tenedores, y con un cuchillo de mantequilla sobre él. 

Las copas se colocan siguiendo el orden de la comida, de izquierda a derecha, la copa de agua, la copa de vino tinto, la copa de vino blanco, y la copa de champán. 

 

 

 

SERVICIO A LA INGLESA 

El servicio a la inglesa surge en el siglo XV durante el reinado de Enrique VII de Inglaterra. Las mesas de la nobleza inglesa solían estar muy recargadas, con hasta nueve copas y una gran cantidad de fuentes, cubiertos, palas y pinzas. Con este nuevo servicio se consigue liberar espacio en la mesa puesto que es el sirviente quien presenta y sirve los platos.

 

Proceso

 El camarero se coloca a la izquierda del comensal, sujeta la fuente con la mano izquierda y utiliza la mano derecha para servir. Lo hace con una cuchara y un tenedor, una pala o unas pinzas y sirviendo la misma cantidad a todos los invitados. En el centro del plato se sirve el plato principal, a los lados la guarnición y las salsas se colocan a la izquierda o detrás del plato principal. El camarero retira los platos por el lado derecho.

Los primeros en ser servidos son los anfitriones o el invitado de honor, situados en las cabeceras de la mesa. A continuación, el camarero sirve hacia la izquierda en dirección a las agujas del reloj. 

Aspirantes a camareros durante una clase de la Escuela de Camareros de Londres en 1934

 

Disposición de la mesa

Se coloca un plato llano de base y encima, un plato de aperitivos.

En cuanto a los cubiertos, se colocan desde fuera hacia dentro, en el orden de la comida. Se utilizan tres tipos diferentes, todos separados entre sí cuatro centímetros. Para el plato de entrantes, cuchara, tenedor y cuchillo de mesa; para el plato principal tenedor y cuchillo de carne o de pescado; y para el postre, tenedor y cuchara de postre. Los tenedores se colocan con la punta hacia arriba, las cucharas con la concavidad hacia abajo y los cuchillos con el filo hacia el plato.

La servilleta se coloca a la izquierda del último tenedor. El plato del pan, se sitúa por delante de los tenedores, con un cuchillo de mantequilla sobre él.

Las copas se disponen en diagonal. La copa de agua se coloca por encima del cuchillo y un poco alejada del invitado, y la copa de vino tinto sobre la cuchara, un poco más cerca del invitado que la copa de agua. La copa de vino blanco a la derecha y un poco más abajo de la copa de vino tinto.

 

 

 

 

SERVICIO A LA RUSA

Existen diferentes versiones que narran el origen del servicio a la rusa.

Hay quien dice que fue durante el reinado de Luis XIV, cuando este tenía un sirviente llamado Gueridón, que, debido a su baja estatura, cuando le servía los pasteles, sostenía la bandeja de pie hasta que él hubiese terminado.

Otras teorías cuentan que a principios del siglo XIX, el príncipe Alexander Kurakin, ordenaba que los platos se fueran preparando en frente de la mesa donde comía. 

Actualmente se denomina gueridón a la mesa auxiliar en la que el cocinero trincha, corta, trocea, rebana, lonchea o flambea la comida, terminando de cocinar los platos para así servirlos recién hechos. El gueridón se coloca a un lado de la mesa y no se mueve durante la preparación.

Proceso

Tras la elaboración del plato, el cocinero sirve en el gueridón uno por uno cada plato y el camarero lo lleva a cada comensal, empezando por el invitado de mayor importancia siguiendo después el orden correlativo, siendo el anfitrión el último en ser servido.

En las mesas con gran cantidad de comensales el cocinero sirve la base el plato en el gueridón y los acompañamientos o ensaladas las presenta el camarero y es el propio comensal quien se sirve.

Servicio de mesa rusa (Gueridón) durante la preparación de “canard au sang” en el restaurante La Tour D´Argent de Paris

 

Disposición de la mesa

Se coloca un plato de servicio.

Los cubiertos se disponen desde fuera hacia dentro, en el orden de la comida, los tenedores a la izquierda del plato y los cuchillos a la derecha de él. Primero el tenedor de aperitivos, después el tenedor de pescado, y por último el de carne; y por el lado derecho cuchara sopera, cuchillo de pescado y cuchillo de carne. Los tenedores se colocan con la punta hacia debajo, las cucharas con la concavidad hacia arriba y los cuchillos con el filo hacia el plato. Los cubiertos de postre no se colocan en la mesa.

La servilleta se coloca encima del plato de servicio. El plato del pan, se sitúa por delante de los tenedores, con un cuchillo de mantequilla a su derecha.

Las copas se disponen en diagonal, igual que a la inglesa. La copa de agua se coloca por encima del cuchillo y un poco alejada del invitado, y la copa de vino tinto sobre la cuchara, un poco más cerca del invitado que la copa de agua. La copa de vino blanco a la derecha y un poco más abajo de la copa de vino tinto. 

 

 

ESTILO DE MESA AMERICANO 

Se inspira en el servicio de mesa francés, y cuenta con una serie de modificaciones introducidas por el cocinero francés Auguste Escoffier. Escoffier fue pionero en incorporar el menú a la carta, lo que permitía una rápida preparación de los platos, manteniendo un servicio igual de elegante, aunque más rápido y práctico. 

Proceso

Este estilo combina diferentes características de los anteriores.
Los platos se elaboran y emplatan en la cocina, y el camarero los sirve directamente a cada comensal por el lado derecho. 

Se utiliza el servicio inglés para servir los platos de sopa o cremas, por lo que el camarero sujeta la fuente con la mano izquierda y va sirviendo a los comensales con su mano derecha. Para ensaladas o entrantes se utiliza el servicio francés, de manera que el camarero los presenta y cada comensal se sirve.

 

Disposición de la mesa

Se coloca un plato llano de base y encima, un plato de aperitivos.

En cuanto a los cubiertos, sólo se colocan inicialmente un tenedor, un cuchillo y una cuchara para los entrantes. Los cubiertos necesarios para los distintos platos posteriores los coloca el camarero antes de llevarlos a la mesa. Los tenedores se colocan con la punta hacia arriba, las cucharas con la concavidad hacia abajo y los cuchillos con el filo hacia el plato.

La servilleta se coloca encima del plato de aperitivos. El plato del pan, se sitúa por delante de los tenedores, con un cuchillo de mantequilla a su derecha.

Las copas se disponen en diagonal, igual que a la inglesa y a la rusa. La copa de agua se coloca por encima del cuchillo y un poco alejada del invitado, y la copa de vino tinto sobre la cuchara, un poco más cerca del invitado que la copa de agua. La copa de vino blanco a la derecha y un poco más abajo de la copa de vino tinto.

  

 

 

Compartimos la inquietud por descubrir el origen de nuestras tradiciones.
La elegancia y calidad en el arte de poner la mesa.

Origen del lavavajillas

Origen del lavavajillas

"Si nadie más va a inventar una máquina lavavajillas, lo haré yo misma"

El lavavajillas, que hoy parece imprescindible en cualquier cocina, es un invento relativamente reciente. Su origen se remonta a 1886, cuando Josephine Cochrane, una mujer estadounidense, cansada de que su vajilla se dañara al lavarla a mano, decidió que "si nadie más iba a inventar una máquina lavavajillas, lo haría ella misma". El primer lavavajillas consistía en una caldera de cobre con una rueda con compartimentos para colocar la vajilla en su interior. La rueda giraba mientras el agua con jabón salía a presión, lavando todas las piezas. Este primer prototipo podía lavar y secar hasta 200 platos en dos minutos. Su invención fue presentada en la Exposición Universal de Chicago en 1893 y los primeros en incluirlos en sus cocinas fueron los hoteles y restaurantes. Sus máquinas fueron vendidas a prestigiosos hoteles como el Palmer House Hotel en Chicago. Josephine patentó su "dish washing machine" y fundó su propia empresa Garis-Cochran Dish-Washing Machine Company, que posteriormente se convertiría en  KitchenAid (propiedad de Whirlpool). Motivada por el deseo de popularizar su creación, desarrolló también un modelo adaptado al uso doméstico justo antes de su muerte, en 1913. Sin embargo, durante décadas, el lavavajillas siguió siendo un producto vinculado al ámbito profesional. No fue hasta mediados del siglo XX cuando gracias a la creciente electrificación de las casas y a la búsqueda de una mayor eficiencia en las tareas domésticas, su uso se extendió a los hogares. Este avance marcó el inicio de una nueva etapa en el diseño de las cocinas y en la evolución de los electrodomésticos como herramientas para optimizar el día a día. Compartimos la forma de perseguir aquello en lo que crees. La importancia de dedicar tiempo a detectar las necesidades y resolverlas. La forma de mejorar la vida de las personas.

Tiramisù

Tiramisù

Una historia moderna con sabor clásico

Tiramisù es la quinta palabra más conocida de la cocina italiana en el extranjero y la primera para postres. El nombre tiramisù, en dialecto veneto significa "tirami sù" —literalmente "tírame arriba"— refiriéndose a su efecto enérgico tanto por el café como por tratarse de un postre ligero.  La versión más documentada sitúa el origen del tiramisù en la ciudad de Treviso, en la región del Véneto. Se dice que fue durante la década de los 60, en el conocido restaurante Le Beccherie donde el chef Roberto Linguanotto, y la repostera Ada Campeol —mujer del propietario— inventaron este postre. El tiramisù, toma como base el sbatudin, una preparación que tradicionalmente se hacía de yema batida con azúcar, que se daba a los niños o bien recién nacidos como alimento nutritivo, e incorpora el mascarpone, los savoiardi, el café y el cacao. Otras versiones sitúan su origen hacia 1959 en una receta de tiramisú escrita a mano  por Norma Pielli, la cocinera histórica de un hotel del municipio de Tolmezzolo, en Friuli-Venecia Julia. Para los lugareños, la "fetta di mascarpone" (rebanada de mascarpone) se servía a los excursionistas hambrientos que hacían escalada en esta zona montañosa. Aunque se desconoce su origen verdadero, el tiramisù fue un postre familiar, que se servía en ocasiones especiales en las casas italianas. Fue a partir de los años 80 cuando se empezó a comercializar, apareciendo en las cartas de los restaurantes dentro y fuera de Italia. Su presencia en recetarios internacionales aumentó el interés por el tiramisù, y aparecieron numerosas versiones adaptadas, pero el equilibrio del original —bizcochos ligeramente empapados en café, crema de mascarpone y un toque de cacao— sigue siendo difícil de cambiar. Hemos compartido en el apartado "Recetas" nuestra receta familiar del tiramisù 

Orfèvrerie Ercuis

Orfèvrerie Ercuis

Tradición y artesanía desde 1867

El origen de la casa de orfebrería Ercuis se remonta a 1867, cuando el padre Adrien Céleste Pillon, un párroco del pueblo Ercuis, situado a 50km de París, fundó un negocio de orfebrería religiosa para realizar piezas bañadas en plata y en oro. Para financiar el negocio, Pillon creó un periódico local que a su vez utilizó como medio para publicitar sus creaciones. Sin embargo, al poco tiempo, el negocio fue adquirido por Léon Durand, antiguo jefe de producción de la cristalería de Clichy, quien lo reorientó hacia el arte de la mesa. En 1880, inauguraron su primera tienda en París. En 1886 la orfebrería Ercuis firma un acuerdo con el productor George Maës, adoptando su "poinçon carré", el contraste oficial en Francia para el metal plateado, representado por un centauro, convirtiéndose en el símbolo de la firma hasta la actualidad. La familia Maës encabezó el crecimiento y la expansión de la casa durante tres generaciones. A lo largo del siglo XX, la casa fue ganando prestigio y reconocimiento, participando en diferentes Exposiciones Universales, equipando los grandes hoteles de la Côte d'Azur, de la Côte Basque y de París como el Pavillon Henri IV, y recibiendo importantes encargos como las piezas plateadas para el trasatlántico “Le France” o para el Orient Express. A partir de la década de 1980, la empresa se convierte en una sociedad anónima y cambia de manos en numerosas ocasiones. Actualmente, la marca es propiedad del grupo italiano Sambonet.   Contrastes de Ercuis Las piezas de la Ercuis llevan al menos dos contrastes: la marca del orfebre y el sello de calidad - La marca del orfebre de la casa está representado por la inscripción "ERCUIS" - El sello de calidad puede estar representado a través del “poinçon carré”, el contraste oficial francés para el “metal argenté”, o indicando el porcentaje de plata con cada número dentro de un cuadrado. El “poinçon carré” de Ercuis incluye un centauro con las iniciales “OE” que identifican la casa, y la indicación de calidad en números romanos: I o II, según las micras de plata de la pieza. La alta calidad en los baños de plata que aplican a sus piezas hace que estas tengan un valor superior en el mercado de las antigüedades.

Antigua Roma, Felipe V y el roscón de Reyes

Antigua Roma, Felipe V y el roscón de Reyes

Origen del dulce navideño español de la Epifanía

El Roscón de Reyes es una tradición gastronómica española de este período del año. Es costumbre, que en todas las casas se tome Roscón el 6 de enero, día en que se celebra la adoración de Jesús por los Reyes Magos de Oriente.  El origen de esta tradición se sitúa en Las Saturnales romanas, fiestas que se celebraban en la Antigua Roma en honor a Saturno, Dios de las agricultura, con motivo de la entrada del solsticio de invierno que traía días más largos y el fin de la siembra invernal que permitía descansar a los esclavos durante unos días. Se ofrecía un banquete público y los ciudadanos romanos intercambiaban regalos. Cada año, se elaboraba una torta de forma redonda con higos, dátiles y miel en la que se escondía un haba, símbolo de prosperidad, que otrogaba el título de «Rey de Reyes» al esclavo que le tocase, permitiéndole ser libre durante Las Saturnales.  En el siglo IV, cuando el cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio, estas fiestas se van sustituyendo por las celebraciones cristianas. La tradición fue perdiendo importancia salvo en Francia, donde se celebraba el Roi de Fave (Rey del haba). Para celebrar la Epifanía, cada pueblo regalaba un bollo dulce a los niños más pobres y quien encontrase el haba recibía regalos y privilegios. En el siglo XVIII, Louis XV incluyó una moneda de oro que hizo que nadie quisiese el haba, y que encontrarla ya no fuese un premio. Fue Felipe V quien introdujo esta tradición en España manteniendo la dualidad entre premio y castigo. Más tarde la moneda se sustituyó por una figurita y  la persona que encontrase el haba tenía que pagar el roscón. Compartimos la puesta en valor de la tradición. La belleza de las costumbres hacen disfrutar alrededor de la mesa.