Acero Inoxidable

Un material resistente, funcional y duradero con poco más de 100 años de antigüedad

El acero inoxidable es un material con poco más de cien años de antigüedad. Fue en 1913 cuando el metalista británico Harry Brearley consiguió una aleación de cromo con acero al carbono que no perdía el brillo y no se oxidaba, permaneciendo siempre igual.

Un siglo antes, ya se hicieron experimentos con diferentes aleaciones, con el objetivo de lograr un material resistente al oxido.

La primera marca en comercializar cuberterías de acero inoxidable fue Firth-Vickers, una empresa británica con sede en Sheffield, Inglaterra. De hecho, Brearley trabajaba en una de las filiales de la compañía. Tras su descubrimiento, Firth-Vickers fue pionera en reconocer el potencial del acero inoxidable para la producción de utensilios de cocina y cubertería, debido a su resistencia a la corrosión y bajo mantenimiento. Empezaron a desarrollar y comercializar cubiertos hechos de este material en los años 1910 y 1920

Hasta principios del siglo XX todos los cubiertos de metal se oxidaban. Suponía una tarea muy pesada para las personas que se ocupaban de mantenerlos limpios y brillantes, hasta el punto de advertirlo en el momento de su contratación; llegando a indicar en su carta de presentación "doing no cutlery".




La cubertería Brick Lane, diseñada y fabricada en Italia, se inspira en las cuberterías antiguas; tanto su diseño, como la variedad que la compone. Todas sus piezas están fabricadas en acero inoxidable con un tratamiento de lavado a la piedra con el que se le ha logrado dar un acabado mate irregular en diferentes colores.
La tecnología PVD utilizada para lograr el acabado desgastado de la cubertería se realiza a través de un lavado con piedras de porcelana con el que adquiere esta textura tan especial.



CUIDADOS

Los cubiertos Brick Lane pueden lavarse en lavavajillas a una temperatura de máximo 60º, no recomendamos utilizar detergentes alcalinos que contengan alcohol o perfumes. No lavar en el mismo ciclo junto con cubiertos de plata.
Si queda alguna mancha de agua en el secado, basta con retirarla con un paño húmedo.

En caso de lavarse a mano, evitar dejarlos mucho tiempo en contacto con alimentos, no usar detergente en polvo y utilizar un estropajo suave.

Apto para lavavajillas

No apto para microondas

No apto para horno

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